Grupo social
GRUPOS SOCIAL Y DE IDENTIFICACIÓN
EN LA VEJEZ
Un
grupo social es un conjunto de individuos (tres o más personas) que desempeñan
un rol social dentro de una sociedad. Este conjunto puede ser fácil
identificado, tiene forma, estructura, es duradero. Las personas dentro de él
actúan de acuerdo unas mismas normas, valores y objetivos acordados y
necesarios para el bien común del grupo y la persecución de sus fines. Se puede
definir a partir de una serie de
variables mensurables en el nivel económico,laboral, educativo,etc.
El
envejecimiento concebido como un proceso que experimentan los individuos puede
ser visto desde dos enfoques, uno biológico y otro social. Para el profesor Thomae
(1982), la vejez es un destino social, puesto que son las características de la
sociedad las que condicionan tanto la cantidad, como la calidad de vida. Peter
Thownsend, citado por Barros (1993) plantea algo similar cuando sostiene que la
situación actual de dependencia de los ancianos ha sido creada por la política
social. Una política social en muchas ocasiones no publicada.
Chawla
(1988) afirma que los ancianos "no siempre son dependientes a causa de su
decadencia física, sino que lo son frecuentemente debido a la forma cómo son
categorizados socialmente y a las presiones que se ejercen sobre ellos. Si bien
es cierto que el envejecer implica un deterioro biológico, son las condiciones
sociales de carencia de servicios y las ideas contenidas en el modelo médico
tradicional las que restan oportunidades para que el "viejo" se
mantenga activo y autovalente. La carencia de una definición sociocultural del
conjunto de actividades que serían específicas de los ancianos les hace
sentirse inútiles y sin reconocimiento social. La falta de tareas específicas
conlleva la dificultad para saber en qué concentrar los esfuerzos y en qué
volcarse de modo de actualizar las propias potencialidades. Cada individuo que
envejece debe crearse un personaje e improvisar su actuación: la dificultad de
esto implica que sólo algunos lo logran y otros deben resignarse al estrecho
mundo de las cuatro paredes del hogar (Barros, 1994; Anzola et al., 1994).
Chile
se encuentra en un proceso de envejecimiento poblacional paulatino, lo que se
traduce en que en el año 2000, el 10,2% del total de la población del país
estaba compuesta por personas de 60 años y más de edad, esto es 1.521.557
personas, proyectándose a un 18,2% para el año 2025, con una población superior
a los 3 millones y medio (CELADE, 2003).
El
aumento progresivo de las expectativas de vida en todas las sociedades presenta
para los próximos decenios el importante desafío de definir el significado y
los roles sociales de los adultos mayores. Este desafío implica la necesidad de
realizar arreglos sociales que permitan a las personas mayores el desarrollo de
todas sus potencialidades en busca de un envejecimiento exitoso. Un
envejecimiento exitoso y saludable tiene que ver con la funcionalidad biológica
y social que permite la plena integración social y familiar de los que
envejecen, lo que implicará superar las barreras sociales y culturales que aún
persisten e impiden a los adultos mayores desarrollar sus potencialidades. En
las modificaciones que deban realizarse están involucrados el estado, las
organizaciones sociales, la comunidad, la familia y cada uno de los individuos
(Peláez, 2000; Domínguez, 1982).
El
principal sistema social del anciano y el apoyo que recibe viene de su familia.
Se trata de una unidad social sujeta a las presiones y condiciones de su
entorno cultural, económico y político de un momento dado. La definición más
aceptada del concepto de familia es la de varias personas relacionadas por los
lazos de parentesco, sanguíneos, de matrimonio o por adopción. Tales personas
pueden compartir un mismo techo o habitar en viviendas separadas.
La
familia del anciano brinda apoyo social, funcional, económico o material,
afectivo y asistencia en diversas formas.
Aun
cuando la gran mayoría de las personas adultas mayores son relativamente
independientes y físicamente aptas y funcionales, el grupo de los mayores de 80
son más dependientes, más aún si su nivel socioeconómico y estado de salud son
limitados (Sánchez, 1994). La O.M.S. ha definido la salud del anciano por su
capacidad para funcionar, y no por las limitaciones, discapacidad o enfermedad
que presente.
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